Mínimo, Madrid

Día 7. Una noche fría. Un nutriólogo les habla en el pabellón de Astorga. «Comed bien para caminar mejor», aconseja Miguel Ángel Álvarez, hijo del minero Constantino Álvarez Ordás. Les envía un saludo de Pedro García Trapiello y su promesa de una luminosa columna en la contraportada de este periódico. A las nueve de la mañana ya lo han ojeado casi todos. Saben de antemano que se publica la foto del destape.


9.01: «FULL MONTY» ARRASA

Comienzan las primeras llamadas. Catorce mineros leoneses y asturianos posaban en Brañuelas emulando a los trabajadores del metal en la película «Full Monty», y no lo contaron en casa. La mayor parte de ellos están casados o tienen pareja y no habían avisado, así que muchas mujeres se enteraron en la frutería el bar o el quiosco. Falsas amenazas de divorcio. Todas están encantadas, como ellos. Saben que la foto es irrepetible. Tanto ha gustado en las cuencas que, por la tarde, aseguran que no se encontraba ningún periódico, que se sepa, en Ponferrada y Matarrosa del Sil. Seguro que exageran. A uno le llamó su esposa y le dijo: «¡Dios mío, ¿sabes lo que estoy haciendo? Viéndote en pelotas en el periódico»; a otro le telefoneó a primera hora y la amenazó con ponerle «las maletas en la puerta»; a uno más le consolaron diciéndole que «en fin, estas cosas sólo se hacen una vez en la vida».


10:47. NO SE MOVERÁN DE SAN MARCOS SI LOS SINDICATOS DEL 29-S CAPITALIZAN LA MARCHA

Se empiezan a encender los ánimos que nunca han faltado. Algunos apuntan que su llegada a la capital leonesa puede ser polémica. Son cada vez más los que están de acuerdo en evitar cualquier mezcla con la manifestación de la huelga general. Una de las posibilidades de las que se habla es que, tras ser recibidos por el alcalde en la plaza de San Marcos y continuar hasta los sindicatos por Gran Vía, se sume a la cola la concentración sindical de la huelga. «Ni por el forro». Si este plan continúa, proponen una sentada en la plaza. No se moverán. Su lucha es suya y la convocatoria de huelga es de los llamados sindicatos de clase. «¿Dónde está Cándido Méndez?», se preguntan. «¿Tú le has visto?». «El tema el día 29 es primero nosotros y después los familiares y el resto de gente, pero ninguna pancarta con siglas». Lo mismo reiteran los asturianos de Cerredo. «Aquí estamos todos para defender el carbón nacional, sin miramientos».


11:05. EL ALCALDE QUE NO SABÍA QUE LA MARCHA PASABA POR ALLÍ

Encabezan la séptima etapa de la marcha, por orden, Alto Bierzo, laciana y Fabero-Sil. Un alcalde no sabe que los 200 pasan por su pueblo e indigna a uno de sus vecinos. No les recibe. Ni nadie del pueblo.


11:10. CAMBIO CASCO 4.502 POR BOINA DE VIEJO MINERO

Jovino y Felipe, de Toreno, cambian el casco por una boina negra. «Es lo más antiguo de los mineros. Prácticamente se duchaban con ella». Los cascos van ahora atados, así que apenas se pueden leer los mensajes que definen sus pensamientos. Felipe tira de Etoo-™o y Messi y de su amor por el Barça, además de llevar un trozo de antracita, mientras que Jovino lucía el 4.502, número de orden en su empresa, y los nombres de los suyos. Javier Texeira se muestra todavía impresionado con el gesto de sus compañeros de la banda de gaitas Sartaina, que abanderaron el paseo por su Astorga.


11:27. MARCADOS CON LA HISTORIA DE RODOLFO, UN HOMBRE SIN OBSTÁCULOS

Aplauso de despedida a la ciudad bimilenaria. Escalofriante, pero Rodolfo Alonso, postrado a una cama con ruedas, pide que le lleven acompañando a los mineros hasta la salida. La solidaridad con los mineros supera cualquier obstáculo físico. «Tengo un hermano minero», se le entiende. Los 200 se quedan marcados, conmovidos con su historia.


11:57. POR LOS HIJOS SE HABLA DE LOS ABUELOS

¿La familia?, bien, de marcha. Con ésta ya van cinco. Los hermanos Rivas, Rubén y Mario, de San Miguel de Laciana, son mineros porque la estirpe les viene del abuelo Fermín, asturiano de origen. Siguió la tradición su padre Tino, aunque empleado de la mina no minero. De moral están bien. «Piensas en los hijos, porque sin esto el valle se nos muere». Continúa la marcha a la salida de Astorga. Un grupo de trabajadores de la subestación eléctrica de Renfe lanza al aire sus cascos ante el paso de los mineros, una especie de reverencia que los caminantes responden alzando sus bastones.


12:27. OLIVA, 88 AÑOS: «HALE, MINERINES, A POR ELLOS, CON DOS COJONES»

Oliva Fernández, de 88 años, es asturiana criada en el Bierzo. Casada con minero, hijo minero, nieto minero y yerno minero. El nieto va en la marcha. Le visitó el otro día. Se encontró con los chicos y les arengó: «Hale, minerines, a por ellos, con dos cojones». «Era muy brava», presume el nieto. Y lo es.


12:34. LOS PRIMEROS PEREGRINOS QUE SE ENCUENTRAN HUYEN COMO SI VIERAN TOPOS HUMANOS

Los primeros peregrinos con los que se encuentran son finlandeses. No entienden nada. Ni quieren. Huyen como si vieran topos humanos. Le viene a la mente a uno, cuando una pareja, él minero, veranearon por primera vez en el Mediterráneo. «La gente quedó asustada de que el hombre trabajara en la mina, no sé qué esperaban ver». También se dice que en la marcha del 92, al atravesar Valladolid, alguien oyó decir: «Anda, los hay hasta guapos». Leyendas mineras. Llevan recorridos 145 kilómetros.


12:52. EL POLITONO PORCINO Y SU OTRA EXPLICACIÓN

El omnipresente politono que tienen muchos teléfonos de esta marcha suena a chillidos porcinos. Unos explicaban que simboliza «las cerdadas del Gobierno de Zapatero», pero la lectura es otra, dependiendo del grupo. Lo último es que significa que «el ganado se -˜abarrunta-™ porque llega el tiempo de San Martino». Cosas del gemelo. Más motoristas honrando con acelerones a los mineros. «Mínimo Madrid», augura uno de los 200 por las nuevas noticias que le llegan. Por la noche, las informaciones arrojan más esperanza. Pero incredulidad absoluta.


13:00. DEFRANÇOIS, UN PEREGRINO JUBILADO DE LA MINA QUE MIRA CON NOSTALGIA LA COLUMNA HUMANA

El paso de peregrinos es constante. Sus reacciones, imprevisibles. Defrançois Gilbert y Maria se emocionan y gritan desde el arcén contrario. No se les entiende. Pero es tal el esfuerzo de ambos por explicarse que finalmente alguien identifica en sus frases la palabra minero. El griterío es mayúsculo. Resulta que, con tiempo y vocación, «monsieur» Gilbert explica que es jubilado del sector minero, en el que trabajó «a mil metros de profundidad», en el distrito de Pas-De-Calais. El nombre del pozo es Saint Firmain. Allí estuvo 16 años. Ahora tiene 62. Ve partir con cierta nostalgia a sus camaradas de oficio.


13:02. «EL CUCO» Y SU GATA «NIKITA»: «ES CLAVADA A LA ACTRIZ, SÓLO LE FALTAN LAS GAFAS»

Reaparecen Zipi y Zape y se quejan de que la marcha coge demasiado ritmo. «Parece la olimpiada minera...». En el grupo hablan de que sólo uno de ellos «va descargado», gracias a las repetidas visitas de la esposa. El sexo, como se comprueba día tras día, es un gran tema de conversación. «Tres cayeron ayer», dice uno que bien podría ser de Bilbao. Parada en la gasolinera de Estébanez de la Calzada. Llegan los bocadillos que manda, otra vez, Casa Barros de Villablino. Juanín «el cuco» echa en falta a su gata «Nikita». «Cuando llegue ya se ha sido con el gato del vecino, seguro». La bautizó así por su increíble parecido físico. «Te juro que sólo le faltan las gafas, es clavada a la de la película». «Tengo que hacerme con unas», se convence Juanín.


14:57. TEO Y UN HERMANO PRESENTE EN ALMA

Se podría decir que Teo viene en familia. No en presencia, pero sí en espíritu. De origen caboverdiano, hermano de cuatro mineros -"antes eran cinco, pero Adolfo, «Bufi», falleció hace tres años en un accidente dentro del pozo Calderón-", realiza la marcha en su nombre y en el del hermano minero que murió siendo todavía un chaval. «Estaría aquí, seguro». Teo tiene 23 años y trabaja en el cielo abierto de Fonfría. Pertenece a la estirpe minera de los Costelas, nombre que dieron a su padre después de que un grave accidente en el tajo le dejara sin unas cuantas costillas, «costela» en su portugés natal. «Siempre decía, ¿dónde están mis costelas? Por eso la gente ahora le conoce así». Tiene otros dos hermanos en la mina. Uno de ellos no ha podido ir a la marcha porque está de baja tras caerle un costero encima y el otro se encuentra de retén. Aunque sin hermanos presentes, viene arropado por la familia de los de Caboalles de Abajo. Entrará en León con una camiseta que lleva la fotografía de Adolfo. Curiosamente, Teo lleva la misma cachava que portó su suegro, Plácido, en la Marcha Negra del 92 . «Él la llevó atrás y yo la llevo atrás». Se le pregunta por los hijos. «¿Quién piensa en eso según está la cosa? Ni hablar de momento».

16:37. EL DÍA QUE MORDÍ LA COSTILLA DE UN MUERTO

El primer trabajo que tuvo uno de ellos fue el de albañil en un cementerio. Era muy joven y compartía función con otro de los mineros con los que ahora camina. Mejor no decir nombres. Pues un día de labor les entró hambre, mucha hambre. «Y el sitio para ir a por la comida esta lejos». Uno de ellos le apostó al otro que si mordía una costilla que estaba en un osario iría él por los bocadillos, siempre pensando que era una astilla de madera. «Pero era una costilla de verdad». «La señora quería los huesos para llevárselos».


17:09. GRACIAS AL ALCALDE POR SU AY UDA, OSEA, NINGUNA

Los de Fabero y Lillo dan gracias a su alcalde por toda su colaboración, «que ha sido ninguna». «Está desaparecido y eso que es el Partido S ocialista Obrero Español; rectifico: sólo español». La Guardia Civil sigue custodiando la marcha. Tipos serios y callados. Nada que ver con los voluntarios de Cruz Roja. Cada vez hay más. Se incorpora el prejubilado Miguel Santos, del Bierzo Alto,Juan y María Victoria, además de Julián Canseco y María Encina, de Astorga. Siguen los «chicos de oro» Manolo y José. Por la mañana, al despertar, han atendido a más de 60 mineros.


17:10. SÍNDROME DE ABSTINENCIA DE BARRICADAS

«¿Pero cómo me ponen al lado de esta carretera con tanto tráfico?», se pregunta uno de ellos. Se refiere en concreto a una especie de síndrome de abstinencia de barricadas. «Hay que cerrar todos los puertos y a tomar por culo», es la opción de un minero para cortar el sospechoso paso camiones procedentes de Asturias y Ferrol. Serán mal pensados... Hay quien cree que se trata de camiones que transportan carbón de importación. «Como me entere de que es así, por mi pueblo no vuelve a pasar un kilo de carbón extranjero hasta que se apruebe el decreto». Llegan a Hospital. Son bien recibidos, pero se acabó la intensidad emocional de las cuencas. Les espera un enviado socialista de Zapatero. Le plantan. Alguno le regaría.


22:27. EL PADRINO QUE NO ESTÁ, EL ÁNIMO QUE SIGUE

«Por ti, padrino». Otra historia triste de mineros. Juan Félix, de Villablino, se acuerda de él prácticamente a cada paso. Su casco le recuerda. El padrino era el major amigo del padre. «Entraron a trabajar el mismo día y se prejubilaron juntos también». Al jubilarse le diagnosticaron un cáncer que lo derribó en quince días. «Ánimos, chicos», aún se oye en la calle. Cenan en la tierra de la trucha. Pocos duermen. Dos días y sabrán su destino. Tres opciones: a casa con todo resuelto, continuar hasta que se firme el decreto y parar donde toque o Madrid. «Mínimo Madrid».
Mínimo, Madrid ( Diario de León - 28/09/2010 )